Pascual lanzaba verdaderos rugidos. En otros corralones, en otros suburbios alguien ha dado la voz de alarma y muchos se han levantado. Los gritos del cerdo hizo que el abuelo levantara a los niños y Enrique se levantó pidiéndole que dejara a su hermano en casa. 7. Ellos huían hacia el emparrado, con las orejas ardientes de los pescozones, mientras el viejo se arrastraba hasta el chiquero. Su alegría se esfumó: Efraín inundado de sudor se revolcaba de dolor sobre el colchón. ¡No, no! -¡Si se muere de hambre -gritaba -será por culpa de ustedes! Primero aguzó el oído pero no se escuchaba ningún ruido. Otra vez una pera casi buena que devoró en el acto. ¿Por qué el autor compara a los niños, como gallinazos sin plumas? Enterrando las manos comenzaron la exploración. Casa digital del escritor Luis López Nieves, Suscríbete a NotiCuento Cuando partió, don Santos echaba fuego por los ojos. Efraín se revolcaba sin tregua, Enrique tosía. Efraín gritaba para intimidarlos y sus gritos resonaban en el desfiladero y hacían desprenderse guijarros que rodaban hacía el mar. If you are at an office or shared network, you can ask the network administrator to run a scan across the network looking for misconfigured or infected devices. 7. A través del umbral lo vieron levantar las latas en vilo y volcarse en la calle. Era como si allí, en el dintel, terminara un mundo y comenzara otro fabricado de barro, de rugidos, de absurdas penitencias. Husmeaba entre las latas y si la provisión estaba buena hacía siempre el mismo comentario: -¡Idiotas! Conoce bien el muladar y tiene buena nariz para la basura. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que … La última noche de luna llena nadie pudo dormir. El abuelo está fuerte todavía. Completing the CAPTCHA proves you are a human and gives you temporary access to the web property. Ambos miraron hacia la puerta. ¿Quién era Pedro y en que se convirtió para Efraín? les invito a que escuchen el resumen de la obra los gallinazos sin plumas,autor..Julio Ramón Ribeyro. El abuelo seguía inmóvil, con la mirada en la pared. Efraín apenas lo vio, comenzó a gemir: -Pedro ha mordido al abuelo… el abuelo cogió la vara… después lo sentí aullar. A ellos sólo les interesan los restos de comida. -¡No le hagas nada, abuelito! Desde el atardecer lo vieron rondando por el corralón, hablando solo, dando de varillazos al emparrado. Habrá que repetir esto dos o tres veces por semana. a una especie de misteriosa consigna, aparecen los gallinazos sin plumas. Cuando los cubos estuvieron rebosantes emprendió el regreso. Parecía un árbol creciendo desde su pierna de palo. 11. Todo lo veía a través de una niebla mágica. El abuelo se detuvo. Descubra todo lo que Scribd tiene para ofrecer, incluyendo libros y audiolibros de importantes editoriales. Lo seguía un extraño visitante: un perro escuálido y medio sarnoso. De un salto se acercó al viejo. -El abuelo no dice nada -suspiró Enrique. -intervino Enrique-. Cada uno escoge una acera de la calle. Visto desde el malecón, el muladar formaba una especie de acantilado oscuro y humeante, donde los gallinazos y los perros se desplazaban como hormigas. ¡Unos pobres gallinazos sin plumas! ... La luz desaparece el mundo mágico del amanecer. Pero, con más frecuencia, es el carro de la Baja Policía el que aparece y entonces la jornada está perdida. Del corralón de Nemesio, que vivía a una cuadra, se habían venido a quejar. Mucho más que documentos. -repitió toda la noche el abuelo, mirando la luna. Enrique soltó los cubos y corrió intrigado hasta el cuarto. Estirando la mano encontró la vara que tenía el extremo manchado de sangre. Un día Efraín encontró unos tirantes con los que fabricó una honda. Una vez más casi una buena pera que fue devorada en el acto. Qu tuvo que hacer Enrique? -¡Pronto! El abuelo salió furioso del cuarto. ¿Qué han hecho hoy día? Yo me encargaré de él. -los golpes comenzaron a llover-. Los basureros inician por la avenida Pardo su paseo siniestro, armados de escobas y de carretas. 8. Además, desde que Efraín está enfermo, me ayudará. ¿Por qué se enfermó también Enrique? -plañía-. If you are on a personal connection, like at home, you can run an anti-virus scan on your device to make sure it is not infected with malware. ¡A levantarse haraganes! Cuando don Santos se volvió, divisó la vara que cortaba el aire y se estrellaba contra su pómulo. Enrique, devuelto a su mundo, caminaba feliz entre ellos, en su mundo de perros y fantasmas, tocado por la hora celeste. Por último reingresaba en su cuarto y se quedaba mirándolos fijamente, como si quisiera hacerlos responsables del hambre de Pascual. -dijo Enrique al abuelo-. Preview (15 questions) Show answers Question 1 ¿Quién era Pedro y en que se convirtió para Efraín? No puede caminar bien. Los gallinazos sin plumas han regresado a su nido. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal. 5. Pudo, Efran seguir trabajando con su pie cortado? Enrique señaló su pecho, que roncaba. Ellos no son los únicos. Enrique levantó al perro contra su pecho y huyó hacia la puerta. El abuelo, con la pata de palo quebrada, estaba de espaldas en el fango. Qu hizo el abuelo al respecto? Los cubos de basura están alineados delante de las puertas. Por qu el autor compara a los nios, como gallinazos sin plumas? Don Santos se acercó, hundiendo su pierna de palo en el lodo. Enrique, en cambio, tiene suerte para las cajitas de remedios, los pomos brillantes, las escobillas de dientes usadas y otras cosas semejantes que colecciona con avidez. El cuento “Los gallinazos sin plumas”, de Julio Ramón Ribeyro, es un texto narrativo perteneciente al realismo urbano. To play this quiz, please finish editing it. Todo le parecía poco y don Santos se vengaba en sus nietos del hambre del animal. Pascual devoraba algo en medio del lodo. -cantaba el abuelo. Abusan de mí porque no puedo caminar. ¡A trabajar! This quiz is incomplete! Su mirada descendió al chiquero. ¡Pero eso sí, hoy día no habrá comida para ustedes! -chilló Enrique y levantó nuevamente la mano. -Dentro de veinte o treinta días vendré por acá -decía el hombre-. Los gallinazos sin plumas es un cuento escrito por el cuentista y novelista peruano Julio Ramón Ribeyro aparecido en su primer libro de cuentos del mismo nombre (1955). Le enseñarás a que te traiga piedras en la boca. La luz desvanece el mundo mágico del alba. 9. En esas idas y venidas al muladar qu le sucedi a Efran? La garúa había empezado a caer. 6. ¿Quién era Pedro y en que se convirtió para Efraín? ¿Qué tuvo que hacer Enrique? ¿Qué tuvo que hacer Enrique? Los gallinazos sin plumas es el primer libro de cuentos del escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, publicado en 1955.Reúne siete cuentos, encabezado por el que da el título a la obra, el mismo que se convirtió en uno de los cuentos emblemáticos de la literatura peruana.Estas narraciones se clasifican dentro del llamado Realismo urbano. Cuando el cielo comenzó a desteñirse sobre las lomas, abrió la boca, mantuvo su oscura oquedad vuelta hacia sus nietos y lanzó un rugido: ¡Arriba, arriba, arriba! 12. Gruñía por las tardes con el hocico enterrado en el fango. El abuelo, parado al borde del chiquero, miraba hacia el fondo. ¿Qué hizo el abuelo al respecto? 11. Learn vocabulary, terms, and more with flashcards, games, and other study tools. El viejo, que lo sintió estornudar en la madrugada, no dijo nada. 4. ¡Ya saben, se quedarán sin comida hasta que no trabajen! ¡De pie!…. Parecía un árbol creciendo desde su pierna de palo. Sin conocerse forman una especie de organización clandestina que tiene repartida toda la ciudad. Don Santos los esperaba con el café preparado. 5. A esta hora el viejo don Santos se pone la pierna de palo y sentándose en el colchón comienza a berrear5[5]: – ¡A levantarse! ¡A podrirse sobre el colchón! 11. Parecía un árbol creciendo desde su pierna de palo. Solamente Enrique sentía crecer en su corazón un miedo extraño y al mirar a los ojos del abuelo creía desconocerlo, como si ellos hubieran perdido su expresión humana. Media hora después regresó aplastado. Efraín ya no tenía fuerzas para quejarse. Gallinazos sin plumas obra completa pdf ... guía de cocina. *PUBLICACION *PERIODO LITERARIO: Generacion del *AUTOR:Julio Ramon Ribeyro Zuniga. 6. Los gallinazos sin plumas by Julio Ramon Ribeyro. Ya verán cómo les saco ventaja. El abuelo no respondía. MENSAJE DE LA OBRA El mensaje del cuento "Los gallinazos sin plumas" que nos da Ribeyro es que la explotación contra los pobres debe terminar para que haya paz en la humanidad. ¿Y el abuelo? -¿Adonde sea, al muladar, donde podamos comer algo, donde los gallinazos! Efraín se echó a llorar, Enrique se levantó, aplastándose contra la pared. Don Santos, a medio acostar, jugaba con su pierna de palo y les lanzaba miradas feroces. Los noctámbulos, macerados por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus bufandas y en su melancolía. bueno este es el video del que les hable... casi me dan un diploma pero llegue tarde al colegio y no me lo dieron : El abuelo se contuvo jadeante. Entonces, Enrique portó a su hermano Efraín y tomalo al mulador donde hay comida y los gallinazos. Por las noches, cuando la luna se levantaba, cogía a Pedro entre sus brazos y lo aplastaba tiernamente hasta hacerlo gemir. A esta hora, por último, como a una especie de misteriosa consigna, aparecen los gallinazos sin plumas. Lo sorprendente era, sin embargo, que esta vez reinaba en el corralón una calma cargada de malos presagios, como si toda la violencia estuviera en equilibrio, a punto de desplomarse. ¡Se han puesto a jugar seguramente! Al fin pudo reaccionar. ¿Acaso no me duele la pierna? Unos portan latas, otros cajas de cartón, a veces sólo basta un periódico viejo. -Y ¿a mí? En el camino comió yerbas, estuvo a punto de mascar la tierra. Cuando abrieron el portón de la calle se dieron cuenta que la hora celeste había terminado y que la ciudad, despierta y viva, abría ante ellos su gigantesca mandíbula. Pedro se levantaba y después de hacer un recorrido por el corralón, regresaba con una piedra en la boca, que depositaba en las manos de sus amos. 10. -Allí encontrarán más cosas. -y a través de las lágrimas buscó la mirada del abuelo. -¡Todavía te falta un poco, marrano! A veces son sorprendidos por las sirvientas y tienen que huir dejando regado su botín. ¿Qué tuvo que hacer Enrique tras lo ocurrido con su hermano? -¡A trabajar! ¡El viejo se ha caído al chiquero! Esta vez no salió al corralón ni maldijo entre dientes. Ayer se cortó con un vidrio. Después de una rigurosa selección regresan la basura al cubo y se lanzan sobre el próximo. Pronto formaron parte de la extraña fauna de esos lugares y los gallinazos, acostumbrados a su presencia, laboraban a su lado, graznando, aleteando, escarbando con sus picos amarillos, como ayudándoles a descubrir la pista de la preciosa suciedad. Al segundo día sucedió lo inevitable: Enrique no se pudo levantar. Un vidrio le había causado una pequeña herida. You may need to download version 2.0 now from the Chrome Web Store. -¡No! La respuesta correcta es a la pregunta: Que hizo el abuelo al respecto los gallinazos sin plumas - e-educacion.com 10. Hay que vaciarlos íntegramente y luego comenzar la exploración. Desde entonces empezaron unos días angustiosos, interminables. ¡Esto se acabó! Nadie le respondió. segunda pagina del comic que hice para mi curso de ilustracion editorial basado en el cuento Los gallinazos sin plumas … ¡Vete ahora mismo al muladar! A esta hora se ve también obreros caminando hacia el tranvía, policías bostezando contra los árboles, canillitas morados de frío, sirvientas sacando los cubos de basura. -¡Nada de perros aquí! • ¡Ustedes son basura, nada más que basura! Desde el fondo de su reducto el cerdo empezaba a gruñir. los cubos de basura. ¿Pudo, Efraín seguir trabajando con su pie cortado? Después de leer la lectura de “Los Gallinazos sin plumas” piensa y responde las preguntas de comprensión. ¡Ya tengo bastante con ustedes! Un cubo de basura es siempre una caja de sorpresas. A mediodía se arrastraba hasta la esquina del terreno donde crecían verduras y preparaba su almuerzo, que devoraba en secreto. Cuando el sol asoma sobre las lomas, la hora celeste llega a su fin. Por qu se enferm tambin Enrique? Efraín y Enrique, después de un breve descanso, empiezan su trabajo. -gritó Enrique tapándose los ojos-. En el muladar se sintió un gallinazo más entre los gallinazos. Entre las nuevas propuestas para el teatro local tuvimos en la Casa Cultural Mocha Graña el estreno de Gallinazos, obra inspirada en el cuento “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro, bajo la dirección de Daniel Flores y la dramaturgia de Federico Abrill. A esta hora, por último, como a una especie de misteriosa consigna, aparecen los gallinazos sin plumas. -Tú te llamarás Pedro -dijo Enrique acariciando la cabeza de su perro e ingresó donde Efraín. Efra n, Enrique! Por momentos se aproximaba al cuarto, echaba una mirada a su interior y al ver a sus nietos silenciosos, lanzaba un salivazo cargado de rencor. Los gallinazos sin plumas es un cuento escrito por el cuentista y novelista peruano Julio Ramón Ribeyro aparecido en su primer libro de cuentos del mismo nombre (); también figura en La palabra del mudo, que es una recopilación de cuentos escritos entre 1955 y 1977.Es el cuento más conocido de dicho autor y uno de los hitos en el desarrollo de la narrativa del realismo urbano en el Perú. Los carros de la Baja Policía, siguiendo una huella de tierra, descargaban la basura sobre una pendiente de piedras. -Lo encontré en el muladar -explicó Enrique -y me ha venido siguiendo. -¡A Efraín no! Efraín y Enrique a levantarse dijo su abuelo, desde temprano los mandaba al basurero a buscar desperdicio para alimentar a un cerdo que tenía por nombre Pascual. -¡Está muy mal engañarme de esta manera! Si Enrique enfermaba, ¿quién se ocuparía de Pascual? Enrique había oído decir que los cerdos, cuando tenían hambre, se volvían locos como los hombres. Con ella se levantó de puntillas y se acercó al viejo. -¡Mugre, nada más que mugre! ¡Ya es hora! *ESPECIE LITERARIA:Cuento. El abuelo, parado al borde del chiquero, miraba hacia el fondo. Esta comparación se da producto a la explotación, para conseguir alimento para el cerdo Pascual. El resumen de la obra los gallinazos sin plumas es el siguiente.Efraín y Enrique eran dos niños que vivían junto a su abuelo Don Santos que criaba cerdos para vender. Desde allí Enrique observó al viejo que, erguido como un gigante, miraba obstinadamente el festín de Pascual. Aún quedaban las piernas y el rabo del perro. Enrique retrocedió unos pasos. Al comenzar el invierno el cerdo estaba convertido en una especie de monstruo insaciable. El viejo, cogiéndose el rostro, retrocedió un paso, su pierna de palo tocó tierra húmeda, resbaló, y dando un alarido se precipitó de espaldas al chiquero. ¡Habrá que zurrarlos para que aprendan! Falleció el 4 de diciembre debido a un cáncer de pulmón. El abuelo, parado al borde del chiquero, miraba hacia el fondo. 9. ¡Pascual se morirá de hambre! Don Santos reflexionó, mirando el cielo donde se condensaba la garúa. En él, se narra las condiciones de marginalidad y pobreza extrema en que viven los hermanos Efraín y Enrique, junto a su abuelo don Santos; los personajes se encuentran excluidos del proyecto modernizador del Estado-nación. -preguntó dándose un palmazo en la pierna de palo-. Análisis del cuento: Los gallinazos sin plumas Publicado 21 noviembre, 2015 por analytincoceron _Título: Simbólico porque compara a los niños del cuento con los gallinazos. Lo sorprendente era, sin embargo, que esta vez reinaba en el corralón una calma cargada de malos presagios, como si toda la violencia estuviera en equilibrio, a punto de desplomarse. ¡Los enfermos a la cama! -¡Mi pobre Pascual! -Te he traído este regalo, mira -dijo mostrando al perro-. -exclamó Enrique, precipitándose sobre su hermano -¡Pronto, Efraín! Un domingo, Efraín y Enrique llegaron al barranco. A la mañana siguiente, sin embargo, cuando don Santos despertó a sus nietos, Efraín no se pudo levantar. Cuando estuvieron cerca sintieron un olor nauseabundo que penetró hasta sus pulmones. A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Tenía la boca abierta y sus ojos buscaban a Pascual, que se había refugiado en un ángulo y husmeaba sospechosamente el lodo. ¿Por qué se enfermó también Enrique? No es raro, sin embargo, hacer un hallazgo valioso. La niebla se ha disuelto, las beatas están sumidas en éxtasis, los noctámbulos duermen, los canillitas han repartido los diarios, los obreros trepan a los andamios. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Al día siguiente trató de repetir la operación pero tuvo que renunciar. ¡No habrá comida hasta que no puedan levantarse y trabajar! Él sólo iría a traer la comida, el perro se quedaría para cuidar a Efraín. ¿Debemos irnos de acá! Media hora después regresaron con los cubos casi vacíos. A la luz de la luna Enrique lo veía ir diez veces del chiquero a la huerta, levantando los puños, atropellando lo que encontraba en su camino. -¡Bravo! Sin embargo, se da también por entendido que los niños tendrán en adelante que valerse por sí solos y sobrevivir en otra realidad igual de penosa, que es la vida en la ciudad. Enrique hizo ruido pero el abuelo no se movió.-¡Aquí están los cubos! ¡De otra manera los mandaría al diablo y me ocuparía yo solo de Pascual! -preguntó Efraín extendiendo su mano hacia el animal. Don Santos le aventaba la comida. Performance & security by Cloudflare, Please complete the security check to access. Había tosido toda la noche y la mañana lo sorprendió temblando, quemado por la fiebre. PersonajesEFRAÍN Y ENRIQUE, DOS HERMANOS QUE VIVEN EN UN CORRALÓN DE MIRAFLORES, DONDE HAY MUCHA POBREZA, ADEMÁS DE SER VICTIMAS DEL ABUSO DE SU ABUELO. -¡Esas son patrañas! Acompañado de un hombre gordo que tenía las manos manchadas de sangre, observaba el chiquero. Se encuentran latas de sardinas, zapatos viejos, pedazos de pan, pericotes muertos, algodones inmundos. -¡Pascual, Pascual… Pascualito! -Tiene una herida en el pie -explicó Enrique-. Enrique soltó los cubos y corrió intrigado hasta el cuarto. Enrique tuvo un mal presentimiento. “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro El cuento “Los gallinazos sin plumas”, de Julio Ramón Ribeyro, es un texto narrativo perteneciente al realismo urbano. Poco a poco se fue aproximando. Enrique hizo ruido pero el abuelo no se movió. Enrique se fue retirando, con el mismo sigilo con que se había aproximado. Desde el chiquero llegaba el rumor de una batalla. Al regresar, buscó a Pedro que no respondía, cuando Efraín le contó que había mordido al abuelo. Entonces, Enrique golpeó al Don Santos en la cara con una vara (también se conoce como un palo) y el abuelo se cayó en el chiquero donde el cerdo comió al abuelo y, por supuesto, el abuelo estaba matado por cerdo. Es el cuento más conocido de dicho autor y uno de los hitos (punto de referencia) en el desarrollo de la narrativa del realismo urbano en el … Probablemente el abuelo alcanzó a divisarlo pues mientras corría hacia el cuarto le pareció que lo llamaba por su nombre, con un tono de ternura que él nunca había escuchado. Please enable Cookies and reload the page. A veces se ceñía la pierna de palo y salía al corralón. Luego de enjuagarse la cara, coge cada cual su lata y se lanzan a la calle. Por último los forzó a que se dirigieran hasta el muladar que estaba al borde del mar. Enrique cogió a su hermano con ambas manos y lo estrechó contra su pecho. Resumen de la Obra "Gallinazos sin plumas" by bruno-914195. Don Santos, mientras tanto, se aproxima al chiquero y con su larga vara golpea el lomo de su cerdo que se revuelca entre los desperdicios. Enrique hizo ruido pero el abuelo no se movió. Al entrar al corralón sintió un aire opresor, resistente, que lo obligó a detenerse. 12. Las beatas se arrastran penosamente hasta desaparecer en los pórticos de las iglesias. Con la tranquilidad de la noche el agua se ha remansado y en su fondo transparente se ven crecer yerbas y deslizarse ágiles infusorios. -¡Toma! 9. -exclamó don Santos-. Pero súbitamente se detuvo, temeroso de lo que estaba haciendo y, lanzando la vara a su alrededor, miró al abuelo casi arrepentido. A esta hora el viejo don Santos se pone la pierna de palo y sentándose en el colchón comienza a berrear: -¡A levantarse! Cloudflare Ray ID: 6238aa268da94dd6 Los dedos habían perdido casi su forma. Cuando regresaron no podía casi caminar, pero don Santos no se percató de ello, pues tenía visita. Ellos no te engríen como yo. -Bien, bien -dijo rascándose la barba rala y cogiendo a Efraín del pescuezo lo arreó hacia el cuarto-. Ribeyro es crudo al narrarnos una triste realidad de dos niños que sufren la explotación sin misericordia por parte de su diabólico abuelo don Santos. ¡Él no tiene la culpa! En el fondo, sin embargo, presentía una catástrofe. obra (gallinazos sin plumas) 2. Al día siguiente tenía el pie hinchado, no obstante lo cual prosiguió su trabajo. Don Santos le volvió la espalda y quedó inmóvil. A esta hora, por ltimo, como a una especie de misteriosa consigna, aparecen los gallinazos sin plumas. No conviene demorarse mucho porque el enemigo siempre está al acecho. ¡Déjame a mí solo, yo saldré, yo iré al muladar! Desde el chiquero llegaban los gruñidos de Pascual. Enrique sonrió de alegría y con su amigo aferrado al corazón corrió donde su hermano. Veía la vara alzarse y abatirse sobre su cabeza como si fuera una vara de cartón. Your IP: 151.80.100.239 Los obligaba a levantarse más temprano, a invadir los terrenos ajenos en busca de más desperdicios. La pequeña lata de cada uno se va llenando de tomates podridos, pedazos de sebo, extrañas salsas que no figuran en ningún manual de cocina. Y yo tengo setenta años y yo trabajo… ¡Hay que dejarse de mañas! La infección había comenzado. Los dos muchachos corren a la acequia6[6] del corralón7[7] frotándose los ojos legañosos8[8]. ... ¿Qué hizo el abuelo al respecto? Don Santos observó a sus dos nietos como si meditara una sentencia. Y se lanzó a la calle respirando a pleno pulmón el aire de la mañana. Se llama Pedro, es para ti, para que te acompañe… Cuando yo me vaya al muladar te lo dejaré y los dos jugarán todo el día. Los perros, además, habían querido morderlo. A veces, bajo un periódico amarillento, descubrían una carroña devorada a medios. No es raro, sin embargo, hacer un hallazgo valioso. Ya es hora! Enrique aprovechó para insistir: -No come casi nada…, mira lo flaco que está. 5. Para esa fecha creo que podrá estar a punto. El relato es una crítica implícita sobre la pobreza y la explotación que sufren muchos niños en Latinoamérica y … En el cuento ‘’Los Gallinazos sin plumas’’ podemos observar una impactante escena donde se refleja algunos abusos que cometía Don Santos con sus nietos. Los dos muchachos corren a la acequia del corralón frotándose los ojos legañosos. Pedro le tenía miedo y cada vez que lo veía se acurrucaba y quedaba inmóvil como una piedra. ¿Qué hizo el abuelo al respecto? Los pies se les hundían en un alto de plumas, de excrementos, de materias descompuestas o quemadas. Efraín está medio cojo. Hundido en su colchón miraba fijamente la puerta. Recibe gratis un cuento clásico semanal. A esta hora el viejo don Santos se pone la pierna de palo y sent ndose en el colch n comienza a berrear [5]: A levantarse! Hasta los perros han adquirido sus hábitos, sus itinerarios, sabiamente aleccionados por la miseria. Cuando abrió la puerta del corralón, Pedro quiso seguirlo. ¿Hasta cuándo vamos a estar así? ¡Efraín, Enrique! Cinco minutos después regresó. Don Santos examinó el pie de su nieto. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Fue al regresar de una de esas excursiones que Efraín sintió un dolor en la planta del pie. A la hora celeste del tercer día quedó desplomado en su colchón, sin otro ánimo que para el insulto. A esta hora se ve también obreros caminando hacia el tranvía, policías bostezando contra los árboles, canillitas morados de frío, sirvientas sacando los cubos de basura. 7. A la mañana siguiente Enrique amaneció resfriado. analisis de la obra gallinazos sin plumas pdf download analisis de la obra gallinazos sin plumas pdf read online los g… Le daré yo de mi comida. A veces aventaba a la cama de sus nietos alguna lechuga o una zanahoria cruda, con el propósito de excitar su apetito creyendo así hacer más refinado su castigo. Quin era Pedro y en que se convirti para Efran? Abrazados hasta formar una sola persona cruzaron lentamente el corralón. ELLOS SON SIMBOLIZAN A LOS "LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS"PRINCIPALESde la obraDON SANTOS. Los tres pasaban el día encerrados en el cuarto, sin hablar, sufriendo una especie de reclusión forzosa. Los ojos del abuelo parecían fascinarlo hasta volverlo insensible a los golpes. Este la rehuyó, girando torpemente sobre su pierna de palo. ¡De ahora en adelante habrá que aumentar la ración de Pascual! El perro se retiró aullando. Sin decir nada, soltó la vara, cogió los cubos y se fue rengueando hasta el chiquero. Sin la ligereza de sus nietos el carro de la Baja Policía lo había ganado. Será más fácil además porque todo está junto. El negocio anda sobre rieles. ¡Ya es hora! Los hay que merodean por los edificios públicos, otros han elegido los parques o los muladares. Desde entonces, los miércoles y los domingos, Efraín y Enrique hacían el trote hasta el muladar. Ambos nietos se inquietaron, porque en esta época el abuelo se ponía intratable. ¡Efraín, Enrique! 3. Recibe gratis un poema clásico semanal por correo electrónico. Un día Efraín encontró algunos ascensores con los que hizo una honda. -Ahora mismo… al muladar… lleva los dos cubos, cuatro cubos…. Efraín y Enrique se demoran en el camino, trepándose a los árboles para arrancar moras o recogiendo piedras, de aquellas filudas que cortan el aire y hieren por la espalda. “Los gallinazos sin plumas” (1955), de Julio Ramón Ribeyro A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. -¡Pero si le duele! 6. 8. Enrique se apartó, cogió los cubos y se alejó a la carrera. Saben bien que soy viejo, que soy cojo. Pero aguarda no más, que ya llegará tu turno. Que se lave el pie en la acequia y que se envuelva con un trapo. Start studying Los gallinazos sin plumas- elementos literarios, preguntas de comprensión, vocabulario y conflictos. Las beatas, los noctámbulos, los canillitas descalzos, todas las secreciones del alba comenzaban a dispersarse por la ciudad. 8. Don Santos le volvió la espalda y quedó inmóvil. Tenía el pie hinchado, como si fuera de jebe y estuviera lleno de aire. -¡Pero no importa! La voracidad del cerdo crecía con su gordura. Efraín salió a la calle con su lata, apoyado en el hombro de su hermano. ¿Pudo, Efraín seguir trabajando con su pie cortado? Su pierna de palo había perdido la costumbre de las pistas de asfalto, de las duras aceras y cada paso que daba era como un lanzazo en la ingle. En el fondo del chiquero, Pascual recibe cualquier cosa y tiene predilección por las verduras ligeramente descompuestas. Another way to prevent getting this page in the future is to use Privacy Pass. Hoy día te quedarás con hambre por culpa de estos zamarros. 10. ¿Pudo, Efraín seguir trabajando con su pie cortado?, ¿qué pasó? -¡No podía más! Don Santos meditó un momento. Después de una hora de trabajo regresaron al corralón con los cubos llenos. El abuelo permaneció en vela, sin apagar siquiera el farol. Parecía amasar dentro de sí una cólera muy vieja, jugar con ella, aprestarse a dispararla. Enrique comenzó a danzar en torno suyo, prendiéndose de su camisa, gritando, pataleando, tratando de mirar sus ojos, de encontrar una respuesta. La debilidad lo hacía ligero, etéreo: volaba casi como un pájaro. Y tú harás la tarea de tu hermano. Tardó mucho en recuperar el aliento. Efraín se despertó quejándose y Enrique comenzó a toser. En esas idas y venidas al muladar ¿qué le sucedió a Efraín? A esa hora el cerdo comenzaba a gruñir y el abuelo se quejaba como si lo estuvieran ahorcando. En los acantilados próximos los gallinazos espiaban impacientes y algunos se acercaban saltando de piedra en piedra, como si quisieran acorralarlos. Siendo aún la hora celeste llegan a su dominio, una larga calle ornada de casas elegantes que desemboca en el malecón.
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